jueves, 6 de diciembre de 2012

Cuerpo complejo, Otoño 2012, Núm. 1

En esta liga se encuentra publicado en issuu el número 1 completo de Cuerpo complejo, Otoño 2012


Mi pie, casi no lo veo, lo tapo mucho.  Mostrarlo es una búsqueda de aceptar cosas que soy, mostrar lo que soy. Donají Castañeda.


Se manifiesta cuando me voy a vestir, siempre procuro taparme. Todos los aditamentos que uso para ocultarlo. No ponerme ropa en la que muestro el vientre, busco algo, un efecto óptico para que no se vea, por ejemplo, “está grande, se acomoda, sirve como una faja, y hasta dónde te cubre”. Daniela Villanueva



Crecí acomplejada en eso de los pies porque me decía a cada rato “eres patas, la patona”, porque  realmente uno no tiene nada, uno viene a este mundo limpio, la gente se encarga de acomplejarlo. 
Luz María Rodríguez



Taller de Investigación - Producción I Fotografía



La investigación teórico-práctica que llevo a cabo en la maestría se titula Álbum de señoritas. Fotomontajes críticos sobre la condición femenina, propone la creación de una serie de fotomontajes que articule una crítica sobre la representación visual estereotipada del cuerpo femenino y los roles sociales asignados a la mujer en el contexto del México moderno y contemporáneo. Para recabar las unidades de montaje que conformarán la serie de fotomontajes debo crear retratos del cuerpo de mujeres que representan la materia subjetiva y concreta de la experiencia de lo femenino.

La producción que presento este semestre es la serie Cuerpo complejo. La negación y el ocultamiento del cuerpo son pruebas elocuentes de una relación conflictiva que se establece con una misma. La serie expresa el deseo de reconocer el origen del sufrimiento, identificar la forma en que ha afectado en la construcción de la identidad y en la experiencia vital.

Cuerpo complejo busca visibilizar los complejos que son el resultado de las exigencias sociales divulgadas y perpetuadas por el mercado, los medios masivos y la cultura. Se trata de evidenciar la violencia ideológica que reproducimos en nuestro cuerpo. En este caso, la visibilidad del complejo se concibe como una estrategia para desarticular los preceptos que norman y homogeneizan.

Para realizar la serie envié una invitación por correo electrónico a todas mis conocidas, a las que consideré que podría interesarles el proyecto. La participación consiste en una sesión fotográfica y una entrevista video grabada sobre el o los complejos que tienen sobre su cuerpo. Hasta el momento, 17 mujeres me han confirmado su deseo de colaborar.

Definí el método para realizar los retratos e identifiqué aciertos y errores en el proceso creativo, a nivel existencial, técnico y expresivo. La primera pregunta que me debía responder era cómo retratar los cuerpos de las mujeres, desde qué punto de vista. Me preocupaba la idea de que mi mirada fuera como de antropóloga distante, que las fotos evocaran esos retratos en que “el otro”, indígenas o prisioneros, son identificados, estudiados y catalogados. Aunque sí busco un estudio sobre el padecimiento y significado de los complejos sobre el cuerpo, quiero establecer con la cámara y con las imágenes una relación de diálogo con las mujeres que retrato. De ahí la importancia estratégica de la entrevista, por varias razones.

Descubrí que la forma en que podía luchar con este fantasma de que los retratos no salieran bien y objetivaran a la persona, era planteándole a cada una que propusiera con libertad cómo posaría y qué quería que fuera retratado. Las sesiones las celebramos entre octubre y noviembre. Los retratos son realizados a partir del diálogo, de una interacción que se expresa en la documentación audiovisual y fotográfica. La entrevista se torna una charla, ciertamente dirigida, pero en la que identifiqué la importancia de dejarlas explayarse, porque su testimonio oral y la forma en cómo van articulando sus respuestas, sus reflexiones, es de suma importancia. Gracias a las entrevistas encontramos líneas que trabajar en la sesión fotográfica y por lo tanto, los retratos están influidos por lo que cada una dice de sí misma. En consecuencia, ambos registros están interrelacionados y juntos es que adquieren una dimensión elocuente del complejo retratado.

Las sesiones del taller fueron muy útiles por múltiples razones. En primer lugar me metió presión para producir y no quedarme en ideas. De modo que presentar los avances y escuchar las críticas de mis compañeros y profesor me alentó a continuar la búsqueda del sentido de mi trabajo. En segundo lugar, fue fundamental el apoyo brindado por el maestro Estanislao para la realización de los retratos en el estudio de San Carlos. Con libertad pude hacerme cargo, por primera vez en mi vida, de una sesión en estudio.

Debido a que mi investigación se dirige al estudio de los medios masivos y en vista de la importancia que le otorgué a la relación entre imagen y texto decidí que el soporte ideal de esta producción era una revista. Por tanto, presento el primer número, edición otoño 2012, con los retratos realizados a las primeras cinco mujeres con las que he trabajado.